jueves

El lado oriente de Wichita, Kansas, EEUU

Cuando era pequeña pensaba que el globo terráqueo que mi papá tenía en su estudio mostraba el mundo exactamente como es. Sabía que la tierra no era ni rosa ni azul como estaba coloreada en el atlas, pero pensaba que los límites de los países eran tan fijos como las formas de los continentes. La geografía que aprendí en la escuela primaria me parecía incuestionable, lo mismo que cualquier otra materia. Cuando mi familia hizo un viaje en automóvil de Kansas a Texas, yo esperaba ver líneas pintadas en la tierra delineando los estados. Recuerdo mi sorpresa cuando descubrí que los límites estatales y las fronteras nacionales fueron trazados arbitrariamente, en lugar de reflejar la naturaleza intrínseca de la tierra y su población.

De la misma manera, crecí con la sensación de que la esencia de la iglesia se encontraba en el orden del culto que seguíamos cada domingo a las 11 A.M. en la Iglesia Presbiteriana Eastminster, en la esquina de las calles 9ª y Armour:

· Bienvenida
· Anuncios
· Canciones/Himno
· Lectura bíblica
· Sermón
· Canto durante las ofrendas
· Doxología
· Otro himno o canciones
· Bendición

Debido a que fui a una escuela luterana para mi educación secundaria, a una católico-romana para mi educación media superior, a una universidad bautista, y de que me he congregado con pentecostales y carismáticos a lo largo de América Latina, he podido contactarme con una gran gama de denominaciones cristianas. De manera general, a pesar de nuestras diferencias teológicas, todos hacemos casi las mismas cosas en nuestros cultos. Ingresamos a un salón y tomamos nuestros lugares mirando la parte posterior de las cabezas de otros; nos ponemos de pie o nos sentamos dependiendo de si vamos a hablar o a escuchar; cantamos, oramos, escuchamos un canto, escuchamos un sermón, salimos en fila del salón, charlamos por unos minutos y volvemos a casa. Los carismáticos realizan más esfuerzo aeróbico que sus hermanos más tradicionales, y los católico-romanos rompen el molde aquí y allá, haciendo gesticulaciones, poniéndose de rodillas, y con actividades extracurriculares como la confesión, pero el formato general es prácticamente el mismo. Esto me llevó a creer que Dios prescribió específicamente mucho, si no todo, de este ritual. Me ha costado más que un simple viaje entre dos estados para superar esta visión de la iglesia.

Hace algunos años un colega español, Félix Ortiz, nos animó a leer Postmodern Youth Ministry [Ministerio Juvenil Postmoderno] de Tony Jones. En ese entonces subrayé lo siguiente:

Lo siento, no contiene modelos...

Este libro no te dará un modelo para tu ministerio juvenil, ese no es mi propósito. No tengo el grupo de jóvenes más grande en mi área, y tampoco estoy tratando de venderte un sistema o un paradigma...

En lugar de promover un nuevo paradigma, debemos deconstruir los viejos paradigmas, y luego proponernos una serie de reflexiones sobre la cultura, la iglesia y el estado del ministerio juvenil al inicio del tercer milenio.
Cuando por primera vez leí esto, la palabra «deconstruir» me sonó terriblemente agresiva, pero he llegado a entender que sólo sabrás qué salvar, qué remodelar y qué desechar después de hacer un análisis crítico. Un amigo chileno, Jonathan, me hizo ver la relación con el reciclaje: se quedan con lo que sirve y desechan lo que ya no sirve para crear algo nuevamente útil.

2 comentarios:

Carlos Vasquez Rios dijo...

Hola Annette,

Hace algunos meses atras me encontre con esto y me gusto mucho.
Ahora teniendo un poco mas de tiempo estoy volviendo a leerlo y tomando algunas notas.

Me llama la atención lo que hablas con relación al "deconstruir" y la verdad me complica el hecho de que la gran mayoria de nosotros los jovenes estamos bajo la tutela y "visión" de nuestros pastores y es muy poco lo que podemos hacer en ese sentido, sin llenarnos de problemas y de la desconfianza de muchos, te hablo siendo el asistente del pastor de mi iglesia.

Muchas veces me pregunto si lo mejor sera edificar "desde abajo" y por lo tanto dejarlos a ellos, llámense lideres que cuidan un paradigma anterior quizás inconscientemente, y comenzar a edificar algo nuevo nosotros.

Saludos

Pensando cosas mil veces dijo...

Alguna vez escuche decir a alguien que las iglesias se contruian tratando de imitar el cielo; quizás los que diseñaron este tipo de liturgia verdaderamente creían que el cielo era estar sentados en una nube viendo la nuca de otras personas mientras varias actividadedes se desarrollaban al frente. Sería bueno que pensaras en la imagen mental de cielo que tienes y buscar una liturgia que se acomode

 
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